
Fuente: Pampa Húmeda Hoy
Para Javier Alasia, productor agropecuario de la zona de Saforcada e ingeniero agrónomo, los maíces temprano pueden generar alguna diferencia positiva en el rinde porque ya se encuentran en pleno llenado de granos. “Las raíces profundizaron bien, independiente del agua de lluvia. La soja está más complicada porque está en el periodo crítico de llenado de granos en R5. La soja que se sembró a fin de octubre es la más castigada”, explica.
Para todos los cultivos tardíos o de segunda las lluvias van a hacer que muchos no se pierdan, pero queda mucho tiempo posterior para su definición en rendimiento explican desde la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ). Para alcanzar rindes buenos debería seguir lloviendo durante febrero y principio de marzo al menos 100 milímetros acumulados.
Otro de los especialistas, el ingeniero agrónomo, y jefe del INTA Junín, Alejandro Signorelli explica que “la falta de agua, los vientos excesivos y las olas de calor, van generando por un lado un complejo de estrés hídrico que eso va a afectar directamente al rendimiento. Veníamos con muy buenas expectativas, pero bueno, tampoco tenemos un panorama de lluvia para la próxima semana que pueda aliviar, así que esperemos que no sea tan grave esto”.
Para Hernán Rivero, ingeniero agrónomo, asesor en distintos campos de la zona, las lluvias de la primera quincena de enero “vinieron muy bien y a ese momento todos los cultivos se observaban de muy buenos a excelentes. A ese mismo momento las reservas en el perfil seguían siendo nulas (sin registros pluviométricos de importancia para cumular agua en el perfil de suelo). Lo que sucedía hasta ese día eran lluvias de bajos milímetros que cubrían los requerimientos mínimos que demandaban los cultivos”.
Lee la nota completa 👉 www.pampahumedahoy.com
Para Javier Alasia, productor agropecuario de la zona de Saforcada e ingeniero agrónomo, los maíces temprano pueden generar alguna diferencia positiva en el rinde porque ya se encuentran en pleno llenado de granos. “Las raíces profundizaron bien, independiente del agua de lluvia. La soja está más complicada porque está en el periodo crítico de llenado de granos en R5. La soja que se sembró a fin de octubre es la más castigada”, explica.
Para todos los cultivos tardíos o de segunda las lluvias van a hacer que muchos no se pierdan, pero queda mucho tiempo posterior para su definición en rendimiento explican desde la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ). Para alcanzar rindes buenos debería seguir lloviendo durante febrero y principio de marzo al menos 100 milímetros acumulados.
Otro de los especialistas, el ingeniero agrónomo, y jefe del INTA Junín, Alejandro Signorelli explica que “la falta de agua, los vientos excesivos y las olas de calor, van generando por un lado un complejo de estrés hídrico que eso va a afectar directamente al rendimiento. Veníamos con muy buenas expectativas, pero bueno, tampoco tenemos un panorama de lluvia para la próxima semana que pueda aliviar, así que esperemos que no sea tan grave esto”.
Para Hernán Rivero, ingeniero agrónomo, asesor en distintos campos de la zona, las lluvias de la primera quincena de enero “vinieron muy bien y a ese momento todos los cultivos se observaban de muy buenos a excelentes. A ese mismo momento las reservas en el perfil seguían siendo nulas (sin registros pluviométricos de importancia para cumular agua en el perfil de suelo). Lo que sucedía hasta ese día eran lluvias de bajos milímetros que cubrían los requerimientos mínimos que demandaban los cultivos”.
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